Ignacio Martínez afrontó el desafío y salió airoso: escribió un libro entretenido sobre los primeros años de la revolución oriental —de 1810 a 1813— y respetuoso de la historia.
Su primera virtud, dice Carlos Maggi, es que “el autor dulcifica el relato pero no miente. Le abre, a sus jóvenes lectores, un modo de empezar a conocer, con horrores atenuados, de dónde venimos”.
Mediante la ficción de un amigable diálogo, en 1848, entre protagonistas de la lucha artiguista y varios jóvenes interesados en ellos, Ignacio nos ubica en 1810.
Entonces, a través de preguntas inteligentes y respuestas atinadas de quienes los vivieron, lo hechos que van de la junta de Mayo al Congreso de Tres Cruces, con discurso inaugural e Instrucciones incluidos, surgen de una manera natural e interesante y, además, totalmente entendible.
Ignacio Martínez nació en el barrio Jacinto Vera de Montevideo el 5 de setiembre de 1955. Visita permanentemente escuelas, liceos, escuelas técnicas y cuánto lugar tiene la amabilidad de invitarlo. Hasta este momento, mayo de 2012, lleva publicados 83 libros para niños y jóvenes, 9 para adultos, 37 obras de teatro que se han representado y un montón de artículos periodísticos para semanarios y revistas, donde puede dar sus opiniones sobre diversos temas. También ha recibido numerosos reconocimientos en Uruguay y otros países.
En fin, se podrían contar muchas cosas de Ignacio, pero si en realidad lo quieren conocer, alcanzará con leer sus libros. Es que detrás de cada palabra y de cada oración aparece él tal cual es.
Tamara –
Entretenido, presentado en forma de diálogo, muy interesante.
Mauricio –
Esfuerzo muy válido por ayudar a acercar episodios complejos de nuestra historia a generaciones más jóvenes sin carecer de profundidad y detalle.
Apela a la modalidad de «falso testimonio» para resultar más pedagógico y a la vez confidencial. Escritura sencilla pero eficaz, recreación verosímil, aunque no se compromete con brindar una cantidad de pequeños detalles a los efectos de no transgredir el marco de las costumbres de esa época.
Verónica Malinowsky –
Un grande Ignacio Martínez!!! Su narración para los niños es muy amena. Excelente forma de hacerlos conocer nuestra historia.